Concepto de amor en la danza del Huayño
DOI:
https://doi.org/10.35319/ajayu.212238Palabras clave:
Huayño, Danza, Amor , Cultura, Aymara, Folklore, BoliviaResumen
Histórica y psicológicamente, la noción de la relación amorosa, se transforma y cambia con cada época y según la región. En este sentido, el presente trabajo se centra en definir el concepto de amor en la danza del Huayño, baile más representativo y antiguo de la cultura Aymara. Para responder a los objetivos, como herramienta cualitativa de estudio, se realizan entrevistas en profundidad a directores de grupos de danza escénica folclórica boliviana que llevan más de veinticinco años de trayectoria como estudiosos de la danza. En la danza del Huayño, durante la época precolonial, el amor es simplemente fatuo o necio, pues estaba ligado en mayor medida a la pasión y en menor medida, al compromiso. En la época contemporánea, el significado de amor está predominado por el sentido del compromiso y de la intimidad, es entonces un amor de compañeros. La notable división de las épocas precolonial y contemporáneo y la evolución del concepto de amor entre éstas, marcadas por la llegada de la colonización española, es el resultado de esta investigación realizada en torno a la danza del Huayño.
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Bolivia, es un país que presenta una gran diversidad cultural, a la que contribuye una importante población de origen aymara, cuyo estudio permitirá conocer y comprender su carácter ([1]). La cultura aymara tiene como esencia, la organización social en el Ayllu, donde las relaciones personales y sociales están fundamentadas en la reciprocidad, manteniendo una filosofía propia y un pensamiento lógico diferente al de occidente. El Ayllu está comprendido por el cooperativismo familiar-comunitario, la religión y el aprovechamiento de la tierra ([2]).
[3] indican que la comunidad aymara se organiza alrededor del trabajo. Las parejas no suelen decidir a solas sobre cuestiones económicas, puesto que la cultura los educa en el cooperativismo y la ayuda mutua, entendiendo que el trabajo y ciertas responsabilidades son cumplidos con mayor eficacia, cuando son compartidas.
Al hablar de los aymaras, es necesario recalcar que el matrimonio para ellos no es necesariamente una consecuencia del amor, sino el fruto de un contrato generalmente preestablecido por las familias de los novios ([4]). Las relaciones amorosas son entonces, secundarias a las necesidades sociales de la familia y la comunidad ([5]).
No es posible hablar del amor, independientemente de la cultura. El amor, es uno de los fenómenos más importantes en el proceso de la construcción social, puesto que, por el amor, el ser humano ha sido capaz de convertirse en la especie que domina el planeta ([6]).
El concepto de amor que guía el presente estudio, se fundamenta en la Teoría Triangular del Amor de Sternberg, ([7]), compuesta por: intimidad, pasión y compromiso. Es de la combinación de estos tres componentes que surgen los diferentes tipos de amor, abarcando la perspectiva social y cultural de la experiencia de vida de las personas. La intimidad, hace referencia a la confianza que permite contar el uno con el otro, vínculo que se desarrolla a partir de los pensamientos y sentimientos que se transmiten y no se comparte con nadie más ([8]). La pasión, es el componente que alude a la sexualidad y la diversión, es el elemento erótico del amor ([9]). Este componente se refiere al interés o deseo físico por otra persona ([7]).
El compromiso se refiere al contrato que estipula la norma de convivencia que determina una aceptación de que el otro es lo más importante en nuestra vida ([9]). El mismo autor (Pinto, 2008), realizó un estudio en una muestra campesina de lengua e identidad aymaras, con varones y mujeres entre 18 y 25 años, estudiantes de unidades académicas rurales. El estudio permitió establecer que el amor entre los aymaras es un sentimiento de compañía, en el que prevalece el compromiso y la intimidad en desmedro de la pasión. Cooper y Pinto (2008), señalaron que la actitud hacia el amor que prevalece en los jóvenes en la ciudad de La Paz, es la del amor apasionado y romántico.
En el amor y sus vínculos folklóricos con la cultura, es inevitable a la danza del Huayño, que según Bertonio ([10]), está definido como un baile o sarao que se baila en pareja, en medio de una rueda de hombres y mujeres agarrados de las manos (wayñusiña, wayñuqaña). Al bailar, entre dos personas, se hace referencia al chacha - warmi (vocablo Aymara que denota hombre-mujer), siendo ésta la manera habitual de bailar el Huayño.
El Huayño, es una de las danzas sociales más practicada por los quechuas y aymaras; se lo baila en actos sociales comunes y sin exclusividad alguna. Es una danza de parejas que puede ser dependiente del conjunto que baila, como también independiente de él ([11]). Estos autores también indican lo siguiente:
“…corre en el ámbito kolla. Esta danza guarda hermandad con el kaluyo. Estas especies - huayñu y kaluyu - son bailados generalmente entre indígenas. Consiste en un zapateo monótono, en vueltas y medias vueltas de cada actuante en particular; generalmente se disponen en corro cerrado, hombres y mujeres. Hoy también en movimiento colectivo de rueda a un lado y luego a otro, siguiéndose los unos a los otros. Acompaña esta danza, charangos y quenas, cantándose a veces” (p. 350).
Existen escasas referencias a trabajos que describen a las danzas desde el enfoque de la psicología. Una excepción es el estudio de [12]), quien estudió la percepción subjetiva al bailar en el Carnaval de Oruro y que confirmó que las personas obtienen beneficios políticos, sociales, económicos por bailar, además del apoyo social, la fe y la devoción asociados.
[13] realizó un estudio de las danzas y canciones de interpretadas durante la Entrada Folklórica del Señor del Gran Poder, concluyendo que, en la cultura mestiza de La Paz, hay una reivindicación del amor romántico debido al mayor protagonismo de la mujer, recuperando elementos del erotismo y romanticismo, que fueron reprimidos durante la colonización española.
Pinto, hace referencia al término aymara Waylluna, que en su interpretación castellana alude al elemento pasional del amor. Este término sobrevive aún en el Huayño. Además, el autor trabaja el concepto de amor, las actitudes hacia el amor, la posición de la mujer en las danzas y las canciones en la fiesta del Señor del Gran Poder. En este estudio se exponen también resultados curiosos, como el que, en la danza de los Caporales y el Tinku, se exteriorizan, como componente principal del amor, la pasión erótica.
De todas las danzas, el Huayño es la que resistió de manera más clara a la influencia de la República y a la modernización. De acuerdo con [14], y sin temor a la equivocarnos, el Huayño es la danza que ha sobrevivido al tiempo con mayor vitalidad.
La presente investigación busca encontrar ciertas respuestas a preguntas originadas en ausencia de estudios sobre la historia boliviana de las danzas y la psicología popular, específicamente el Huayño. En este estudio se aborda el significado de esta danza, debido a su valor histórico y cultural y a su vinculación con la expresión del amor. La investigación pretende responder a las siguientes preguntas: ¿Cuál es la relación existente entre los tres componentes del amor y la danza del Huayño?, ¿Cuál es la relación de los tipos de Huayño precolonial y post colonial con el concepto de amor que tienen los aymaras?, ¿Cuáles son los elementos propios de la danza del Huayño y su relación con los componentes del amor?
MÉTODO
Tipo y diseño de investigación
La presente investigación es de tipo cualitativa, y otorga diferentes alternativas al investigador para obtener un conocimiento socialmente construido sobre la realidad social, vista desde la perspectiva subjetiva de los actores involucrados ([15]). Es descriptiva porque consiste en llegar a conocer las situaciones, costumbres y actitudes predominantes a través de la descripción exacta de las actividades, objetos, procesos y a partir de las vivencias de las personas.
El objetivo de las investigaciones de este tipo se enfoca en la predicción e identificación de las relaciones que pueden existir entre dos o más categorías. Es decir que describen, analizan e interpretan todos los datos socialmente construidos a partir de la experiencia personal y colectiva, recogidos de manera precisa ([15]). Se trata de un estudio histórico y descriptivo.
El método de investigación histórico es el analítico-sintético. Para ello es indispensable que se analicen los sucesos descomponiéndose en varias partes para así poder conocer los posibles orígenes económicos, sociales, políticos, religiosos o etnográficos. Y a partir de esta deconstrucción llevar a cabo una síntesis que reconstruya y explique el hecho histórico ([16]).
Participantes
Para el presente estudio, se buscaron participantes vinculados a la dirección de cuerpos de baile con amplia experiencia, trayectoria y conocimiento del Huayño, así como personalidades que tengan extenso conocimiento sobre la historia del arte e historia cultural de Bolivia. Por ello, se entrevistó a tres directores de conjuntos de danza escénica folklórica con las características ya mencionadas.
Procedimiento
Los participantes fueron contactados mediante la Asociación de Artistas de la Danza (Asoadanz) de la ciudad de La Paz, para identificar a los directores activos de ballets folklóricos con más de veinticinco años de trayectoria. Posteriormente se solicitó el número telefónico de las personas identificadas y se acordó una entrevista con cada una.
Entrevista en profundidad
En la presente investigación se recurrió a la técnica de entrevista en profundidad para obtener la información requerida. Con respecto a la entrevista, es necesario mencionar que ésta constituye uno de los instrumentos más usados en la investigación social. La entrevista es concebida como un proceso comunicacional entre dos personas, que cuentan con experiencias previas bien definidas, una de ellas es el entrevistador y la otra el informante. La entrevista en profundidad, permite que el entrevistador, con un guion tentativo sobre todas las cuestiones a indagar, facilite una conversación flexible sobre el tema central a investigar ([17]).
Las cuestiones que se presentan en la entrevista no están “formalmente” estandarizadas, aunque responden a criterios de ordenación. En las entrevistas a profundidad el guion se convierte en un medio, y no así en un fin, dando lugar a la construcción de un lazo de interacción entre el entrevistador y el informante. Si en el proceso de la entrevista, el entrevistador considera hacer alguna pregunta complementaria para el estudio, tiene la libertad de hacerla. Este tipo de entrevistas generalmente están destinadas a utilizarse cuando se cuenta con poblaciones expertas en el tema de la investigación y su uso se recomienda cuando se pretende ampliar el conocimiento sobre un problema estructurado ([18]).
El formato de la entrevista en profundidad realizada en el presente estudio, que puede encontrarse en el anexo 1, estuvo destinada a responder la siguiente pregunta general: ¿Cuál es el concepto de amor en la cultura aymara que se representa en la danza del Huayño?
La duración de la entrevista fue estimada en aproximadamente dos horas, tiempo distribuido en varios encuentros, para evitar la fatiga y agotamiento por parte del entrevistador y los participantes.
Procesamiento de la información
El análisis de la entrevista y la información histórica obtenida, se realizó de la siguiente manera:
a) Transcripción de los registros: la entrevista grabada fue transcrita para poder ser analizada con mayor precisión a partir del discurso de los participantes. b) Categorización: a partir de la información obtenida, se procedió a analizarla y agruparla en diferentes categorías que permitieron organizar el contenido, así como su cronología, ofrecida por los participantes. c) Elaboración de diagramas: luego de agrupar la información en categorías, se procedió a construir diagramas que esquematicen mejor la información recogida, definiendo como núcleo central de información, el contenido más relevante y las unidades de contexto. d) Análisis: se procedió con el análisis de contenido, psicológico e histórico. obtenidos durante las entrevistas.
RESULTADOS
A continuación, se presentan los resultados obtenidos a partir del análisis de contenido de las entrevistas realizadas, que muestra tres unidades genéricas obtenidas, cada una con sus respectivas subcategorías. En cada imagen se establece la relación de cada subcategoría con la unidad genérica principal y su respectiva descripción con el análisis correspondiente.
Es necesario mencionar que las siglas exhibidas en las ???, ??? y ???, poseen un significado y propósito diferente: Las unidades genéricas (UG), son unidades de observación a partir de las cuales el material obtenido debe ser estudiado. Las subunidades genéricas (SUG), constituyen ideas importantes a partir de cada unidad genérica. Las unidades de registro (UR), son los componentes más pequeños del texto que hacen referencia a una categoría. Finalmente, las unidades de contexto (UC), son aquellas unidades de mayor cuerpo que recopilan el discurso y sirven para captar el significado de una UR. Los resultados obtenidos en esta categoría de análisis dieron lugar a los tres componentes del amor: Intimidad (SUG1.1), Pasión (SUG1.2) y Compromiso (SUG1.3).
En relación con la Intimidad (SUG1.1), los datos obtenidos fueron agrupados en una sola unidad de registro (UR1.1.1) “Alegría”, siendo éste el componente fundamental y un factor indispensable a la hora de danzar el Huayño, indistintamente del contexto en el que se lo interprete. Como mencionan los participantes (UC.1.1.1.1): “El Huayño es una danza, como el término etimológico lo dice, alegre” (UC.1.1.1.7). “El ritmo es alegre, denota alegría, el Huayño es alegría. Alegre y de pareja” (UC.1.1.1.11), “grupos que hacen lo que quieran, y está bien porque muestran alegría”. Se trata, además, de una danza de pareja o en grupo (UC.1.1.1.2). “Y el Huayño, que es una palabra simplemente, es un ritmo, que por ser alegre se baila en pareja o de manera grupal” (UC.1.1.1.3). “…el Huayño mínimamente es de pareja, entonces es una danza alegre” (UC.1.1.1.6). “Quién no quiere estar alegre, la fiesta es para ello. Contribuye al bienestar espiritual, el Huayño es fácil y lo puedes bailar en grupo si no tienes la pareja, la pareja no es exclusiva”.
Y no es menos importante, mencionar que los dotes de gracia pueden llamar la atención de una posible futura pareja en una comunidad, pues sirve como nexo para lograr el acercamiento (UC.1.1.1.5). “Por eso es importante la alegría, la destreza a la hora de bailar, y obviamente los pasos que realices, porque en varios Huayños también se utilizan los zapateos… ahí la mujer ve la gracia de cómo el hombre zapatea y realiza esos movimientos. Ahí también el hombre ve cómo la mujer canta en la danza del Huayño…. cómo se expresa la mujer. Se ve como el hombre zapatea y como la mujer responde…. En esos Huayños donde se van diciendo cosas, se ven también cuales son las intenciones… se ve la alegría del otro”.
Con respecto a la pasión (SUG1.2), los datos obtenidos se dividen en tres subcategorías: “Sexualidad (UR1.2.1.), “Conquista” (UR1.2.2), y “Atributos físicos” (UR1.2.3.).
Sobre la conquista (UR1.2.2), los participantes mencionan que esta danza es un medio de conquista, como señalan los participantes (UC1.2.2.1): “Y es una forma importante para la conquista, el Huayño” (UC1.2.2.3). “…es un medio maravilloso la danza, para poder llamar la atención, atraer, es comunicar” (UC1.2.2.4). “El campesino no sabe expresar verbalmente lo que siente, ni mucho menos con la escritura, y menos aún mediante la poesía. Entonces la mejor forma para el indígena es la danza”.
Es importante resaltar, que una forma de conquista que se expresa en la cultura Aymara, es la agresividad, como lo mencionan algunos participantes (UC1.2.2.14): “…yo te voy a agredir para que me quieras, un poco… pareciera que ésta fuera de la lógica” (UC1.2.2.16). “…vi, cómo ésta era una forma de conquista… pegarse… siempre se estaban golpeando, a la chiquita le jalaba sus trenzas y ella por igual los pateaba, era un constante el estar así. Agrediéndose. Esta es una forma de conquista que ellos tienen” (UC1.2.2.18). “…cuando la imilla le empieza a jalar del poncho, el lluchu, es que le está coqueteando, le está molestando, entonces ya se habla de que una relación está siendo armada”.
En cuanto a la sexualidad (UR1.2.1), se puede observar, a partir de los fragmentos recopilados del relato de los participantes, que en el Huayño existe la posibilidad de obtener un primer acercamiento a la pareja mediante el contacto físico. Posteriormente, culminada la fiesta, existiría un intenso deseo de unirse con la pareja, con la que pueda expresar sus deseos y dar rienda suelta a la entrega, la pertenencia y la satisfacción sexual, tal como indicaron algunos participantes, haciendo referencia a que el Huayño es, primeramente, un facilitador del contacto físico con la pareja (UC1.2.1.11.). “El Huayño es el único baile en el que tienes que agarrarte… tocarse; es la única danza donde puedes agarrar y sentir a la otra persona” (UC1.2.1.5). “…la danza del Huayño te permite acercarte, tocarte, porque ninguna danza que podamos ver que sea campesina, tiene esta posibilidad que instrumenta del contacto físico” (UC1.2.1.8) “…nunca se agarran, excepto en el Huayño”.
En los fragmentos discursivos, lo que más se resalta en esta categoría, es la relación sexual, es decir, cómo la danza del Huayño funciona como un facilitador de la relación sexual (UC1.2.1.1). "Es ese paso a paso, el ir hacia la cúspide, lo que todos buscan -si somos sinceros-- llegar al sexo” (UC1.2.1.9). “….el inicio para una relación que posteriormente puede ser un encuentro sexual; como que sí, en Achacachi, justo esto nos contaba un amigo: fuimos para la fiesta de carnavales, precisamente, y tienen la tradición de bailar todas las comparsas en la plaza central, pero ya anocheciendo desaparecen las parejas, desaparecen, todos los bailarines, perdidos, ¿no? Y preguntas ¿dónde están? y dicen, todos se han ido al cerro, entonces uno ya supone que es un encuentro sexual” (UC1.2.1.12). “…y es una danza de amor, donde prácticamente al final ya se han ido a la cama” (UC1.2.1.16). “Y luego viene el Huayño, con el que se consolida y terminan yéndose a otro lugar para hacer al amor …sea el lugar que sea… es la parte final del Huayño”.
Al considerar los atributos físicos (UR1.2.3), los participantes los relacionan como parte de la conquista, como medio para despertar los deseos y necesidades durante y después de la danza del Huayño. Los atributos físicos están acentuados por las habilidades del danzante, expresadas durante el baile, en el que predomina la búsqueda del “dominio” del hombre sobre la mujer (UC1.2.3.2) "…es algo esencial en el Huayño, el jaloneo, el gancho, el giro, es como una forma de dominio del hombre hacia la mujer. La sumisión, y a la vez la fuerza con que bailan para ser uno. Para mí es eso el Huayño” (UC1.2.3.1) "…la destreza a la hora de bailar y obviamente los pasos que realices, porque en varios Huayños también se utilizan los zapateos. Ahí la mujer advierte la gracia con que el hombre zapatea y realiza esos movimientos, y ahí también el hombre ve como la mujer canta en la danza, cómo se expresa la mujer. Se ve como el hombre zapatea y como la mujer responde”. Además, es necesario recalcar que estos atributos físicos están inmersos las habilidades del danzarín, la destreza y la alegría (UC1.2.3.3): "Sobre todo la alegría y la destreza que se tiene al bailar con una pareja, si no sabes la coreografía con tu pareja, puedes hacer un papelón”.
Con respecto al compromiso (SUG1.3), el relato fue dividido en dos subcategorías: “Compromiso-Comunidad” (UR1.3.1) y “Consolidación-Pareja” (UR1.3.2.). En cuanto al Compromiso-Comunidad (UR1.3.1), los participantes perciben cómo en el contexto Aymara, los comunarios adquieren un compromiso con su pareja, en coherencia con el compromiso principal que tienen con la comunidad. Así, como se menciona en el siguiente fragmento discursivo (UC1.3.1): “Muchos hablan de que a veces se casan porque es una obligación, tienen que formar pareja porque socialmente, en las comunidades, funciona eso” …haciendo énfasis en que el casarse es una obligación, porque a partir de consolidar el matrimonio pueden ser aceptados y respetados en sus comunidades, indiferentemente si uno es hombre o mujer (UC1.3.1.3). “…no eres mujer u hombre si no estás casado, no hay un reconocimiento de la comunidad, no tienes valor como ser activo en una comunidad si no estás casado, eres inútil, se dice, ¿no ve? Entonces el casarse es como el fin y lo van a hacer a través de cualquier medio y primero, va a ser el compromiso. Primero como persona, como sujeto de una comunidad. Voy a aportar a mi comunidad a partir de formar pareja… y tal vez nacerá el amor, eso sí que, es algo que no podría decir, porque no sé cómo entienden el amor, ¿no?”.
Sobre la Consolidación-Pareja (UR1.3.2), los participantes perciben al Huayño como un espacio, un momento, donde se consolida la unión de la pareja, iniciándose en las fiestas comunitarias (UC1.3.2.3). “…si había una atracción hacia una muchacha o un muchacho, entonces sin necesidad de mucho diálogo, lograban establecer que, en la fiesta, iban a consolidar su relación de pareja, ¿no?”, dando así lugar al afirmamiento de la pareja, mediante la danza (UC1.3.2.2) “…termina con el Huayño cuando todos estos elementos son parte de lo que te he comentado cuando se consolida la conquista de alguien”. Y una señal de completa consolidación, es la relación sexual (UC1.3.2.1). “En cuanto al Huayño, sí, como lo dije, yo creo mucho en que después de la danza todos parten a otros lados para hacer el amor, y eso es algo muy erótico, sexual”.
Los resultados obtenidos en estas categorías de análisis dieron lugar a dos etapas históricas: Precolonial (SUG2.1) y Contemporáneo (SUG2.2).
Con respecto a la época precolonial (SUG2.1), la información fue agrupada en tres subcategorías, denominados “Origen del Huayño” (UR2.1.1), “Antigüedad” (UR2.1.2) y “Fertilidad” (UR2.1.3).
En cuanto al Origen del Huayño (UR2.1.1), los participantes coinciden en que esta danza tiene un origen Aymara (UC2.1.1.1) “Para mí, la danza es Aymara, porque pese a que muchos piensan que es de origen quechua, yo creo que es Aymara” (UC2.1.1.2).
Adicionalmente, también se menciona que el ritmo del Huayño existió hace bastante tiempo atrás, y que el Huayño como danza recobra vida debido a la interpretación de una mecapaqueña, que tiene el ritmo de un Huayño (UC2.1.1.3). “Hay Huayños de antes, las mecapaqueñas, que eran músicas de Huayño, pero más sentimentales. Debe haber unas cinco mecapaqueñas que he escuchado por aquí” (UC2.1.1.4), “…luego se pierde la mecapaqueña y aparece el Huayño; en el Perú también aparece el huayno”.
Respecto a su antigüedad (UR2.1.2), los participantes mencionan que el ritmo del Huayño se hereda de la cultura Aymara, y que a partir de ésta se originan nuevos ritmos y danzas (UC2.1.2.3). “El Huayño, creo que es el ritmo más antiguo que hemos heredado, como cultura originaria. Los Aymaras tenían este ritmo y de éste es que se originan otros. Pero bueno, va a ser el ritmo madre de donde van a surgir distintas danzas”. Es importante recalcar que este tipo de ritmos y danzas eran interpretados en un contexto indígena de pueblo, y que posteriormente fue introducido a los ambientes mestizos, diferentes al contexto campesino (UC2.1.2.4). “Durante los siglos XVII y XVIII, lo bailaban solo los indígenas, y luego formó parte del repertorio popular, incluso siendo tocado por bandas. En un principio, el Huayño se bailaba solo en espacios abiertos, no había ingresado todavía a los salones mestizos, pero ya se escuchaba en las cementeras próximas a las de esta gente”.
Es necesario mencionar por qué se piensa que la danza del Huayño ha perdurado a lo largo de tantos años (UC2.1.2.1). “Primero, porque es fácil. Segundo, porque no necesitas de una academia para ser bailado, es una danza empírica, es experimental; la vez bailar en todos lados…”.
Con respecto a la Fertilidad (UR2.1.3), los participantes señalan que el Huayño, al ser de origen indígena, es la única que mantiene la idea de la sexualidad con fines de fertilidad, como lo mencionan algunos entrevistados (UC2.1.3.3): “Si bien es de ascendencia indígena, yo creo que es la única que mantiene --aunque ya esté más o menos olvidada-- la idea del amor y de la sexualidad. Pero una idea no necesariamente erótica, sino de reproducción y de fertilidad”. Por lo tanto, en esta danza no se muestra a la mujer solo como un objeto de satisfacción (UC2.1.3.1). “Entonces, el campesino no ve a la mujer como alguien que merece llegar a la satisfacción, es simplemente una relación de encuentro, no hay romanticismo”.
No obstante, también se hace referencia a la sexualidad, al erotismo, como elementos que hacen a la danza, una danza de fertilidad que tiene fines de reproducción (UC2.1.3.2). “La danza erótica es hermana del Huayño. ¿Qué quiere decir eso?: …el Huayño andino es danza de la fecundidad, no solamente es erótico, sino que es una danza de la fecundidad. Yo creo que el Aymara no ve a la sexualidad como una forma erótica de placer personal, solamente. Lo ve como una forma de reproducirse y como un nexo para eso, así es el Huayño” (UC2.1.3.4). “La Qachwa y la Kaswa, son lo mismo, que son danzas de esta época, de la época de la fecundidad”.
En relación con la época Contemporánea (SUG2.2), la información fue agrupada en tres subcategorías, denominadas: “Origen de otras danzas” (UR2.2.1), Transformación Post Colonia” (UR2.2.2) y “Fin de fiesta” (UR2.1.3).
En cuanto al Origen de Otras danzas (UR2.2.1), los participantes señalan, que el Huayño al ser una de las expresiones más antiguas de producción artística en la cultura Aymara, origina la creación de nuevas danzas con ritmos similares al ritmo original del Huayño (UC2.2.1.4). “El Huayño, creo, que es el ritmo más antiguo que hemos heredado. Como cultura originaria, los Aymaras tenían este ritmo, del que se van a originar otros; pero bueno, va a ser el ritmo madre y de él van a surgir otras danzas distintas”. “La Qullawada, por ejemplo, parece que tuviera más influencia del taquirari. En su origen estaba acompañada por pinquillos, era un Huayño y era una danza de pareja” (UC2.2.1.5). “En toda esta región se interpreta el Huayño con pinquillos, también los sikuris, las tarkas, y los mohoseños. (El Huayño) viene a ser el ritmo del que se originan todas estas danzas en esta región”.
También se originan otras danzas alejadas de la idea erótica (UC2.2.1.6). “No creo que en el mismo ritmo esté incorporado este sentimiento del amor, yo creo que son determinadas danzas las que tienen esta expresión…el ritmo del Huayño, sí, pero la danza va a ser muy distinta, como por ejemplo un Quena, o una tarqueada que, si bien tienen un ritmo de Huayño, no tiene nada que ver con el amor”.
Contemporáneamente, el ritmo del Huayño proviene de otro tipo de danzas, conocidas como danzas de fin de fiesta (UC2.2.1.1). “…ahora ponen morenadas, caporales, para finalizar la fiesta” (UC2.2.1.7), “…en la ciudad los Huayños han sido utilizados en ritmo de caporal, en el ritmo de toba, y así…” (UC2.2.1.8). “…es que siguen manteniéndose, hay muchos Huayños que han sido prostituidos, los han vuelto caporales, tobas, es parte de la dinámica del folklore, pero no debería ser así. Por ejemplo, hay llameradas, Kullawas especialmente, que son ex Huayños transformados en llameradas, kullawadas, caporales, y demás…”.
Sobre la transformación Post Colonia (UR2.2.2), los participantes relataron aquellas modificaciones que sufre la danza con relación a la colonización española, por influencias de sus propias danzas y fundamentalmente porque el Huayño deja de ser una danza de acercamiento hacia la mujer (UR2.2.2.1). “Creo, por la experiencia que tengo y por la lectura que hice sobre el tema de la danza y el Huayño, que después del coloniaje, cuando se consideraba a la danza como algo malo, profano, no dedicado a Dios, el Huayño quedó influenciado por las danzas españolas, entonces cambia el Huayño.
La danza ya no es la misma. Antes de la colonia el Huayño tenía la función de lograr el acercamiento y la interrelación entre las parejas. Pero el acercamiento es diferente, el campesino no toca a su mujer, es muy raro ver a un campesino agarradito de la mano con su pareja, eso no ocurre. La relación física es muy diferente a lo que nosotros conocemos como relación erótica”.
El Huayño, como parte de su transformación, es aceptado por la sociedad y la alcurnia citadina, y pasa a ser parte de esas danzas de salón, junto con la cueca y el bailecito (UR2.2.2.2). “El Huayño, el bailecito y la cueca, eran danzas consideradas de menos por la gente del medio urbano porque eran danzas que bailaban los indios. La alcurnia bailaba la cueca, pero cerraba con un Huayño. No se empezaba con un Huayño como considero que debería iniciarse la relación en una fiesta. En la post colonia, la danza se vuelve simplemente la cacharpaya de la fiesta, la despedida de la fiesta”.
No menos importante, es la influencia de los instrumentos en la interpretación de un Huayño (UR2.2.2.6). “En algún momento, los señores mestizos y criollos asumieron este ritmo con la incorporación de instrumentos, como la guitarra o las mandolinas que venían de Europa; se acomodaron a este ritmo”.
En cuanto al Fin de Fiesta (UR2.2.3), los participantes mencionaron esta represión del romanticismo, del erotismo, así como también la modificación del Huayño en el momento de su interpretación (UC2.2.3.1). “Primero se convierte en un encuentro, luego por lo alegre y por la represión del romanticismo, se vuelve un cierre de fiesta” (UC2.2.3.2), “…es decir que el Huayño se vuelve principalmente en un evento grupal que sirve para cerrar, terminar con alegría el festejo que se estuviese realizando” (UC2.2.3.3). “…es una forma de fin de algo con alegría, alegría de fin de fiesta, y para cuando terminaba la fiesta, era tradicional un popurrí de Huayños que señalaba que te estaban despidiendo de la fiesta”.
Los comentarios obtenidos en esta unidad genérica de análisis, dieron lugar a dos categorías adicionales: Coreografía (SUG3.1) y Fin del Huayño (SUG3.2).
Con respecto a la Coreografía (SUG2.1), la información fue agrupada en una subcategoría, denominada expresión corporal (UR3.1.1).
Los datos obtenidos en la subcategoría expresión corporal, indican que, en la danza, el cuerpo expresa una simbología que llega a conmover al espectador (UC3.1.1.1). “El cuerpo es un conjunto de símbolos que se expresan bailando, son imágenes, gestos, como los que yo hago muy frecuentemente y que me permite decir muchas otras cosas cuando bailo”. Asimismo, al hablar de la expresión en el contexto Aymara, debe mencionarse que existen muchos elementos que simbolizan el coqueteo y la conquista (UC3.1.1.13). “Sí, hay simbolismos, como por ejemplo, cuando se ha conquistado a la pareja, a su imilla, la alza simbolizando que se la lleva hasta su casa; simboliza que se están yendo a hacer el amor” (UC3.1.1.14), “…cuando la imilla le empieza a jalar el poncho o el lluchu, señala que le está coqueteando a su pareja, le está molestando, simbolizando entonces la construcción de una relación” (UC3.1.1.10), “…a la chiquita que le jalaban sus trenzas y cuando ella los pateaba; aquí, la agresión simboliza una forma de conquista”.
Otros simbolismos inmersos en el Huayño, están relacionadas al contacto físico, el coqueteo, la confianza, los atributos físicos. Un ejemplo es el paso típico del jaloneo, jaloneo que solo se realiza con alguien con que se tiene un cierto nivel de atracción y que permite jalonear y ser jaloneado (UC3.1.1.3). “En el jaloneo, por ejemplo, una mujer no se va a dejar jalonear con quien sea, tiene que gustarle para dejarse jalonear, y lo mismo pasa con el hombre, no va a jalonear a alguien que no le gusta”. Otro de los simbolismos que nacen a partir de la expresión corporal es el zapateo, este momento refleja la gracia, los atributos físicos y la intención que se tiene hacia la pareja (UC3.1.1.4). “La destreza a la hora de bailar y obviamente los pasos que se realizan, permiten advertir la gracia del hombre; pero también el hombre puede advertir cómo la mujer se expresa cuando canta durante la danza, mostrando sus intenciones”.
El entrelazar los brazos simboliza la unión (UC3.1.1.5). “El papel del Huayño en la relación de las personas es muy importante, no solamente en el amor y la sexualidad, sino también en la amistad. El gancho, el entrelazar los brazos, formando dos aros, representan la unión. Por eso cuando bailamos y hacemos el lazo, simboliza la unión inseparable, es el símbolo del infinito y al bailar el gancho, se está significando una relación eterna”.
Por otro lado, la categoría fin del Huayño (SUG3.2), agrupa la información en una sola subcategoría, denominada Socialización (UR3.2.1). Hoy en día, los participantes asocian el Huayño con la socialización. Esta danza tiene el fin de unir a las personas, parejas, amigos, en alegría (UC3.2.1.1). “Y el Huayño, que es una palabra, es un ritmo, que por ser alegre se baila en pareja o en grupo, ya sabemos”. Es una danza que no se la puede bailar a solas, por lo tanto, la danza es un medio para encontrarse, para dar amor (UC3.2.1.2). “Puedes bailar de cualquier forma, pero no solo. El Huayño es un baile de pareja, entonces es una danza que permite el encuentro, el nexo con alguien”. Desde sus inicios, la danza permitió al joven Aymara poder acercarse a una posible pareja de amor (UC3.2.1.3). “Esta danza alegre que muchas veces la bailamos, permite al joven Aymara el acercamiento a la persona con la que quiere relacionarse” (UC3.2.1.4). “La fiesta es el momento ideal para la interacción de amigos, o de parientes, pero también para buscar el amor”.
CONCLUSIONES
De acuerdo con el análisis de la información obtenida, en primer lugar, debemos afirmar, siguiendo a [14]), que el Huayño fue y es actualmente una danza que gran vitalidad y mucha popularidad conseguida a lo largo de los años. Debemos señalar también que la evolución del Huayño exhibe dos etapas marcadas por dos épocas históricas distintas; una interrumpida por la llegada de los españoles, precolonial, y otra actual, contemporánea.
En la época precolonial denotaba vínculos con el amor pasional, y al mismo tiempo, pero en menor medida con el amor ligado al compromiso. Es decir, antes de la colonización española, el baile del Huayño se asociaba principalmente con la búsqueda sexual en ambientes de la fiesta comunitaria, a la conquista amorosa, al erotismo Aymara y a los encuentros placenteros.
Sin embargo, como ya se dijo antes, para los Aymaras, la sexualidad no era exclusivamente placentera, los Aymaras practicaban la sexualidad como un encuentro de fertilidad, es decir, como un nexo para formar su propia familia con la llegada de los hijos ([19]). Además, el compromiso, que llegaba a través del encuentro sexual, era fundamental para la cultura, en la medida en que los miembros de la comunidad eran aceptados socialmente y porque participaban de la institución del matrimonio. El Aymara soltero era un individuo incompleto para la comunidad. Por lo tanto, el Huayño, así como tenía la función de fomentar la unión de la pareja en la fiesta, le permitía indirectamente convertirse en persona dentro de su comunidad ([20]).
En un contexto Aymara precolonial, el concepto de amor en la danza del Huayño, estaba dominado en gran medida por el componente de la pasión y en menor medida, el compromiso [21]. En otras palabras, se trataba de un amor fatuo (necio), poco profundo, espontaneo. Se trataba de un amor donde primaba el sexo, dándose lugar a un compromiso incompleto, sin espacio para la intimidad, que es su factor de estabilidad.
Por otro lado, el Huayño en la época contemporánea refleja básicamente, un amor basado en mayor compromiso y en la intimidad. En la colonización española, se reprime lo erótico bajo los nuevos conceptos que impone el catolicismo de la mano de los españoles; por ello es por lo que el termino Waylluna, que hacía referencia a ese enredarse erótico se echa al olvido, quedando en su lugar el término Munaña, que denota el querer como verbo, muy alejado a lo erótico, lo sexual ([13]). El Huayño contemporáneo, continúa destacando los atributos físicos y dancísticos, pero se encuentra alejado de los encuentros sexuales que daban lugar a una familia y al compromiso, como en la época precolonial. Hoy en día, la danza por sobre todas las cosas refleja la alegría, la algarabía del final de la fiesta, el gozo de reunir a un grupo de personas, sin importar si son parejas, amigos o familiares.
El Huayño hoy en día está basado principalmente en los propósitos de socialización. Evidentemente, el ambiente de fiesta puede dar rienda a la conquista, a la unión de nuevas parejas, pero esto ahora no es exclusividad del Huayño. El Huayño, después de la colonia, dio lugar como ritmo, a nuevas danzas sufriendo transformaciones. Se puede afirmar que, en la etapa contemporánea, el concepto de amor en la danza del Huayño está dominada por los componentes del compromiso y de la intimidad, en desmedro a la pasión, condición predominante en la etapa pasada. En otras palabras, hoy hablamos de un amor de compañeros, de cariño ([7]), donde los elementos de atracción física y otros aspectos pasionales, pasan a segundo plano.
Los alcances que presenta esta investigación, tocan no solo lo psicológico de la danza, sino también aporta al mayor conocimiento de una de las expresiones culturales más representativas de Bolivia. Su relevancia reside en que se añade a los escasos registros bibliográficos referentes a la danza del Huayño, muy pocos en comparación a los disponibles sobre otras danzas contemporáneas más conocidas por su presencia en entradas folclóricas y otras presentaciones escénicas actuales.
Ésta, como toda investigación debe reconocer algunas limitaciones. Una de ellas es la poca información bibliográfica existente sobre la relación entre danza y amor en poblaciones Aymaras y en particular sobre el Huayño. Otra limitación fue probablemente el no haber tenido oportunidad de consultar con participantes de origen rural. Una población de estas características hubiera brindado un conocimiento mucho más preciso acerca de las características de esta danza, como es concebida hoy, en contraste con la visión que tenían sus antepasados.
Consultar exclusivamente a directores de grupos de danza folclórica escénica, puede limitar, también la consideración de aspectos psicológicos que interfieren las subjetividades de cada danzarín a la hora de hablar de sus sentimientos suscitados por la danza; sobre todo, cuando son mediados culturalmente. Futuros estudios sobre esta temática, deberán considerar resolver estos temas pendientes.
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